Dígaselo con flores


Brezo ha recorrido las salas de urgencias de los hospitales, los Centros de Salud de su barrio, los parques repletos de abuelas nanys y madres en paro, las obras de la calle que cambian la forma exterior de las aceras. Brezo ha ido a las fiestas de sus antiguos amigos de la facultad, a las reuniones de comunidad de los vecinos, a una demostración de tapersex; ha practicado senderismo, se ha montado en camello, en globo, fue a esquiar a Candanchú, ha navegado por cien mares, ha pilotado mil aviones, pero Brezo no se cansa de charlar. Brezo tiene una verruguita apenas perceptible en la nariz que sólo se la ve cuando bizquea y entonces eso se convierte en el mayor problema del mundo y tiene que salir a contarlo a los cuatro vientos. Lo que pasa es que el repertorio de interlocutores se acaba -aunque parezca interminable- así que buscó algo para tenerlo entre las manos y que la ayudara a pensar con cordura: Comenzó a tejer una bufanda y esa bufanda cada vez más se parece a una lengua, una lengua abrasadora como una lava, viperina como una serpiente, una bufanda que debería estar tejida para consolar, para dar calor, para abrazar, Brezo la utiliza para charlar, charlar sobre ella y su verruga. De modo que esta sinuosa serpiente la lleva hasta el abismo donde se encuentra con su sombra y sus demonios. De estas lides sale con el pánico reflejado en sus cabellos, al quedarse sin su fuerza de Sansona los cabellos se le erizan y necesita Heliantemo para renacer de tanto dolor. El Nogal que simbolizan las tijeras la ayudarán a protegerse de ella misma, de sus fantasmas, a cortar con el "ya sé", a dejar de poner etiquetas a sus creencias.
Partiendo de elaborar un remedio para los primeros síntomas, me he fijado en objetos externos que me inspiran flores: La bufanda, los cabellos y las tijeras.
La bufanda, Brezo: Para quienes están buscando continuamente la compañía de cualquiera, pues les resulta necesario discutir sus asuntos con los demás, quienquiera que sean. Son muy desgraciados si tienen que estar solos por un tiempo.
Los cabellos, Heliantemo: El remedio de salvación. El remedio de emergencia para casos que incluso parecen desesperados. En accidentes o enfermedades repentinas, o cuando el enfermo está muy asustado o aterrorizado…
Las tijeras, Nogal: Para los que tienen ideales o ambiciones bien definidas en la vida y los cumplen, pero rara vez se ven tentados de apartarse de sus propias ideas, propósitos y trabajo, ante el entusiasmo, convicciones o sólidas opiniones de los demás.
El remedio da constancia, y protege ante influencias externas.

Comentarios

Entradas populares