Encuentro de Antiguas alumnas de la Filial de Roces en abril
El 16 de abril tuve un encuentro con las antiguas alumnas del colegio de Roces, donde yo estudié hasta los dieciséis años. Una de ellas, que vive en Viena y desde allí organizó este evento que para todas fue muy emotivo y agradable. Algunas tuvimos que ponernos a buscar en nuestra memoria histórica para recordar a las otras, pero al final acabamos sabiendo quiénes éramos aquellas niñas que fueron una vez a un colegio de monjas. Para mí fue muy emotivo el encuentro con Mª Jesús, lloré al abrazarla, porque hacía mucho que no la veía. Además, escribí unos recuerdos para el álbum que se confeccionó para recordar ese día y los que se sucederán a partir de este encuentro.
Durante seis años de mi vida me levantaba todas las mañanas del curso escolar para asistir al colegio de Roces regentado por las monjas de La Asunción. Nosotras -niñas pobres- teníamos el privilegio de ser educadas por estas amazonas de la enseñanza que también impartían sus conocimientos a las niñas de abajo, es decir, a las que acudían en el Bibio con uniforme y "posibles". Ahora que la pátina del tiempo se dibuja sobre los recuerdos vienen a mí sonidos, olores y emociones. Los sonidos se me acercan con la voz de las monjas: La de la Madre Irene era una voz grave, severa, austera, me transmitía orden y autoridad, la Madre Blanca era una voz aguda, sus clases de religión me dejaron un regusto por buscar la trascendencia haciéndome preguntas sobre el de dónde venimos y hacia dónde vamos y quienes somos. Muchas mañanas yo llegaba tarde y tenía que tocar el timbre y allí estaba Angelines, la secretaria, que me abría la puerta de una manera dulce y comprensiva, así recuerdo a esta mujer con la que nos comunicábamos a través de una ventana que estaba antes de la puerta que accedía al salón de actos, donde se celebraba la oración de la mañana. Uno de los días que no llegué tarde fue porque me tocó preparar la oración con otra niña y una monja (que no recuerdo realmente el nombre, creo, que era la Madre Mª Luisa, pero no lo sé segura, recuerdo su voz nasal y unas gafas portadoras de enormes cristales, léase de culo botella) y de ese día aún conservo la emoción desparramada por todo mi cuerpo en forma de tembleque convulsionado por el miedo a hablar en público y enfrentarme al silencio de tantos oídos pendientes de mi voz. Esta monja nos guardaba en los "estudios" y nos daba a veces clases de música clásica.
La voz de la Madre Escolástica era aguda y era grave. Era la voz de la santidad. Era simpática, cachonda, científica, despistada, generosa. Es la monja que con más cariño recuerdo. A mí nunca me castigaba, a pesar de que yo hablaba como una cotorra, se hacía la tonta y era capaz de mandar al pasillo a la otra niña que parloteaba conmigo, tal vez por no dejarme de pie castigada. Su palabra muletilla era "riquita", a todas las niñas nos llamaba riquita. Una vez fue a verme al hospital con la Madre Mª del Carmen y cuando les enseñé la pierna que me habían operado se escandalizó un poco porque el camisón apenas me tapaba el muslo, a lo que ella comentó: "Oye, riquita, ¿No te parece que es algo corto este camisón?"
Cuando salí del hospital ella se ofreció para darme las clases particulares que me fueran necesarias y esto no lo hacía solamente conmigo, sino que yo sabía que lo hacía con muchas otras niñas.
La Madre Elena nos dio la primicia de que el infierno o el diablo no existían, toda una exclusiva en aquellos momentos para la comunidad de creyentes.
La Madre Emiliana nos guardaba los estudios, era gordita y quería parecer seria para conservar su compostura de vigilante, pero a veces se le escapaba una risa complaciente y comprensiva mientras nos mandaba callar y dedicarnos al estudio.
Don Ga no gozaba de mis simpatías, me parecía un paisano disfrazado con alzacuello fantasma ( ya que nunca recuerdo habérselo visto puesto), con aquella melena al viento tapadora de calvicies. Creo que yo tampoco le caía muy bien a él. Suelo ser muy exagerada al reírme y al estornudar. Cuando en la clase surgía la risa por algo yo seguía riéndome cuando todas habían parado de reírse y nuevamente se retomaba el coro de risas que parecía no parar nunca. Un día no sé si fue la risa o el estornudo, el caso es que fue tan escandaloso que él me echó de clase, a lo que yo le dije antes de salir por la puerta: "Tiene usted de cura lo que yo de bailarina"
Recuerdo al guaperas de Crespo, a Huerta, "el profesor chiflado" al que yo me dedicaba a remedar cuando se daba la vuelta para escribir en el encerado.
La señorita Chelo, que sabía mucho de historia, pero tenía un genio de no te menees. En cierta ocasión entró a darnos clase y había un murmullo de voces que ella no conseguía hacer callar. Ni corta ni perezosa se descalzó y comenzó a dar zapatazos a la puerta -que era hueca- y el tacón del zapato se quedó clavado en la puerta.
La profesora de francés, Mª Angeles, estaba un día insistiendo en que una niña pronunciara en perfecto francés una palabra, y venga a hacerle repetir la palabrita y la niña cada vez se ponía más nerviosa y yo atacada de los nervios, hasta que le dije en un grito: "¡Déjela!" La profe se me quedó mirando y creo que no podía dar crédito a lo que estaba escuchando, así que me echó de clase.
Las clases de labores me encantaban, aunque yo no era muy buena en nada, conservo esos muestrarios como piezas de museo, uno lo tengo enmarcado. La profesora me estimuló para que empezara por mí misma a tejer un tapete de ganchillo, manualidad que me ayudó a relajarme muchas veces, aunque ahora prefiero la natación.
Recuerdo a Maruja, la profesora de FEN, que nos contaba anécdotas de Gijón y nos daba lecciones de protocolo para desenvolvernos en sociedad.
La señorita Pilar, que nos hacía diseñar unos cuadernos muy didácticos donde pegábamos los productos que se cultivaban en cada región como por ejemplo unos granos de arroz correspondiendo a Valencia el granito pegado en la libreta
En aquellos días hacía un frío de mil demonios y yo sufría mucho de flatos, me daba un flato en el costado derecho que me dejaba paralizada y sin aliento. Me llevaban a la enfermería, me tapaban con una manta y me daban una manzanilla, encendían una estufa eléctrica. La enfermería olía muy bien, me olía a almendras amargas, era el producto que le echaban al suelo, que brillaba y hacía una especie de chasquido al pisarlo. Sentía calor humano en la enfermería.
Los sábados nos dejaban llevar a casa libros de la biblioteca. Para mí ese fue un placer y una afición que nunca he perdido. Mis primeros libros leídos de cabo a rabo los tomaba prestados de la biblioteca del colegio.
Cuando me decidí a escribir estos recuerdos pensé que seguramente me iba a ocurrir como cuando estás embarazada que no haces más que ver a otras embarazadas por todas partes, pues pensaba que en estos días me iba a encontrar con compañeras del colegio y mi creencia no se hizo esperar, pues el sábado estaba sentada en un banco en el paseo de Begoña con un cuadernillo donde iba anotando las cosas que pensaba escribir y pasó una chica que me saludó a lo que yo le devolví el saludo, pero sin saber realmente de quién se trataba, ella se dio la vuelta y me dijo que le parecía que yo no me daba cuenta de quién era ella, que habíamos ido juntas al colegio de Roces, entonces yo la invité a que asistiera a este encuentro que va a tener lugar el sábado 16 de abril, pero me dijo que no se encontraba en Gijón ese día, se llama Paula, no sé su apellido.
No recuerdo haber comido esos bocadillos de mejillones de los que hablan algunas compañeras, pero los he saboreado cual perros de Paulov al leer vuestros relatos.
Puedes ver más fotos AQUI
Y enterarte de más cosas AQUI
Estoy deseando que llegue el sábado para reírme sin parar..
hola soy una antigua alumna ,me toco la transicion cuando habia monjas y cuando paso a ser publico .Me llamo Gloria Lobo Moledo ,me gustaria reunirme con todas las compañeras posibles.
ResponderEliminarPuedes escribir a amanitasFC@hotmail.com y tb a 3amanitas@gmail.com, allí Paz te informará de todo
Eliminargracias,estoy muy perdida pues yo no me llevo muy bien con el ordenador
EliminarDame tu correo y te escribo
Eliminaryo soy begoña tengo 49 años y tambien estudie en el colegio de la asuncion de roces me gustaria saber de mis compañeras y amigas
Eliminarya te dare el correo pues el que tengo ahora
ResponderEliminarcreo que esta caducado pues no lo puedo utilizar.Teneis previsto reuniros pronto ,yo calculando empece en el colegio en el 71 o 72,recuerdo que me toco la madre pilar en 2 o3 curso
soy de gijon aungue ahora vivo en sama ,vivia en contrueces y nos llevaban en el trasporte escolar me acuerdo hasta del nombre del conductor,se llamaba luis.A mi me gustaria volver a ver mis antiguas compañeras.Recuerdo algunos nombres eva que vivia en roces ,MªJose fernandez que vivia en el Nuevo gijon,Inma que era la hija de la cocinera......
ResponderEliminarEscribeme a pajarodefuego2@hotmail.com y desde allí hablamos
ResponderEliminarYO TAMBIEN FUI AL COLEGIO ASUNCION DE ROCES, VIVIA EN CONTRUECES. RECUERDO PERFECTAMENTE TODO LO QUE DICES EN LA PAGINA SI HACEIS ALGO ESTE AÑO, ME GUSTARIA IR.
ResponderEliminarTodas las que quieran acudir a la reunión anual tienen que contactar a través del correo que señalo más arriba. Lamentablemente este año no hubo. Si no me contactáis por ahí yo no puedo saber cómo localizaros
ResponderEliminarDios mío que alegría!!! Supongo que ya nadie me leerá, veo que esto tiene varios años pero es que parece un texto escrito por mi...D. Ga, la madre Emiliana, La madre Escolastica, el profe Huerta, La señorita Angeles, la Señorita Ana, la de labores, Maruja, la Madre Mº del carmen, madre Irene, Blanca Esther y si, la de las gafas culo de botella era la madre Mº Luisa. Cuantos recuerdos y que poquito hay por internet que hable de nuestra infancia. Mis heroinas eran las chicas del equipo de Voley, las mayores claro!! Noemí y compañía me parecían de otro planeta, tan mayores tan buenas en lo suyo...ais..jajajajaja. Un beso a todas las asuncionistas si me lee alguna. Besos!!! Qué lastima no poder recoger tantos recuerdos!!!...o has ido a la Asunción de Roces si no has probado los bocatas de mejillones del Hogar!! jajajajja.
ResponderEliminarHola, hace mucho que no reviso mi blog y no había visto tu comentario, desde dónde escribes? Hay un enlace para ver las fotos de una manera más amplia, pero ahora mismohttps://get.google.com/albumarchive/101709834033958187434/album/AF1QipNiHbiG0j11FUMaHOyNVmVmhbnyOmX_WU_jEZEV?source=pwa&authKey=CNjrvuO7pfrAyAEhttps://get.google.com/albumarchive/101709834033958187434/album/AF1QipMKDSVzciCvzFkKaS6vzZZ344nHHb_Q0nkEtgeM?source=pwa&authKey=CO6GzIHu3Oj3EA
EliminarEstos 2 enlaces sirven para ver a todas las que participamos en ese encuentro
Acabo de dar por casualidad con éste blog i al leerlo he vuelto a recordar nombres que estaban dormidos en mis recuerdos. Mis compañeras de curso, Dolores y Reyes son las primeras que me vienen a la memoria. Unos cuantos años juntas .
ResponderEliminarDesde la distancia de los años pasados todo lo recuerdo con nostalgia. Gracias por hacerme recordar todo lo que estaba ahí oculto .
Por cierro soy Carmen (a veces Mamen)😁
ResponderEliminarDesde dónde escribes?
EliminarTe voy a poner 2 enlaces para que veas lo que recopilamos sobre los recuerdos y las fotos de los encuentros..
https://get.google.com/albumarchive/101709834033958187434/album/AF1QipNiHbiG0j11FUMaHOyNVmVmhbnyOmX_WU_jEZEV?source=pwa&authKey=CNjrvuO7pfrAyAE
https://get.google.com/albumarchive/101709834033958187434/album/AF1QipMKDSVzciCvzFkKaS6vzZZ344nHHb_Q0nkEtgeM?source=pwa&authKey=CO6GzIHu3Oj3EA
Estaba buscando algo sobre la Madre Elena, de la que guardo gratos recuerdos, y me encontré con este blog. Me encantó recordar tantas cosas y tan bien contadas.
ResponderEliminarGracias por refrescar la memoria. Un saludo a todas y mucha suerte en la vida.
Muchas gracias a ti por leerme. Hace tiempo que no nos reunimos, pero algunas volvimos a retomar amistades que estaban en los buenos recuerdos y alguna vez nos vemos, pero no como en estas ocasiones
EliminarHola. Si alguna sabe algo de una cena que habrá el 30 de mayo que contacte conmigo
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