Fotobiografía

Soy una bebé de unos seis meses. Estoy en la playa de Tazones con mi tía Chiti, la denostada hermana de mi madre, su hermana pequeña, a la que ella siempre criticaba. No estoy con mi madre en la foto ¿Por qué? ¿Por qué estoy en la foto con mi tía? Mi tía trae un vestido bonito, casi de domingo, pero calza unas zapatillas como de pobre. Tiene los labios apretados como si no le dejaran decir todo lo que quisiera.

Yo no estoy dormida, pero cierro los ojos porque el sol me deslumbra. Al fondo hay unas mujeres o tal vez una mujer y una niña que observan al fotógrafo y a nosotras. Es como si reflejara la figura ausente de mi madre, que aunque no está vigila por si mi tía no me cuida bien o no hace bien lo que ella le manda. Encima de mi cabeza está el pueblo, las casas del pueblo de pescadores pobres, brutos, ignorantes, descendientes de vikingos, que me pusieron un mote que a mí me molestaba bastante (cojita). El mar siempre me acompaña, yo no me cansaba de bañarme y mi madre me contaba historias de niñas que si se quedaban en el agua hasta que la piel se les arrugaba por estar mucho a remojo, pues acababan convirtiéndose en sirenas y viviendo en el fondo del mar.

Mi tía sonríe con la boca cerrada, algo calla, algo piensa, tal vez está deseando soltarme e irse a cortejar con su último enamorado, uno de aquellos brutos pescadores…

Como no tenía manera de bajar esta foto de mis archivos decidí hacer una foto de una foto y al dispararse el flash quedó reflejado a nuestros pies como si fuera un sol. Me pareció precioso que de un defecto saliera ese adorno. Así es la vida, no sabemos lo que nos puede aguardar después de horas de buscar soluciones. Me encantó cuando Lucía nos dijo que esto de diseñar un blog era intuitivo, ¡ya lo creo que lo es! A veces doy a una tecla y me salen cien duendes a ayudarme y otras veces se esconden y no tienen ganas de trabajar y me desespero, pero siempre sale el sol… por Antequera o por Tazones