Cotilleos

Escucho por la radio hablar de mi Pablo Neruda, un libro sobre su relación con su última pareja, Matilde Urrutia. Era de noche cerrada, la luz apagada, apunté medio a tientas en un papel para buscar al otro día el autor y la editorial para hacerme con el libro al día siguiente. Al escribir en el buscador el nombre del poeta aparece un artículo de Manuel Vicent en EL PAIS de hace un tiempo en el que cuenta la vida amorosa del poeta. ¡Se me ha caído en mil pedazos! Mi héroe, el poeta que mejor me ha hablado al oído del amor era un mujeriego empedernido. Su Matilde llegó a encontrarlo con una sobrina suya de 25 años, que trabajaba para ellos de chacha, yaciendo en su tálamo nupcial. También se dedicaba a elaborar poemas a Vicente Huidobro con toda clase de insultos. Se me ha caído en mil pedazos, pero también pienso que mi poeta era humano, de carne y hueso, débil y quebradizo, amante de lo fácil, tierno, debilucho. Me asusta pensar que su mujer arriesgó su vida por tirarse al mar a por un tablón que se le antojó a él para su colección síndromediogesana, pues él atiborraba su casa de recuerdos de sus visitas a todas las ferreterías del mundo, de las ciudades por donde pasaba. Ayer me enteré de que Manuel Vicent ha escrito un libro que se titula "Mitologías"(Alfaguara) y que es una recopilación donde habla de este y otros hombres a los que no deja muy bien parados. 
Ahora no sé si comprarme un libro u otro o los dos, ¡me encanta el cotilleo!

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