LA CAJA DE MÚSICA


Un día la tiré, la tiré en un lugar seguro para no volver a encontrarla, entre los-por-si-acaso-me-sirve-alguna-vez, la tiré con la rabia de quien quiere enterrar los recuerdos.
Un día tiré la rabia y apareció la caja. Ya no recuerdo dónde la había escondido, tal vez la tiré porque estaba averiada, cojeaba de una pata, su bailarina no giraba al son de la música.

Volví a sacarla del olvido y a llenarla de baratijas y hoy al tropezar con ella me dio por girar la cuerda a ver si sonaba. Salieron unas pocas notas musicales que me hicieron evocar recuerdos dulces, me relajaba su música, me reconcilia con mi pasado por unos instantes, porque ha vuelto a estropearse, pero me ha regalado un momento de serenidad y de nostalgia que calma mis sentimientos...

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