El personaje de la foto


Soy parlanchina y soy callada. Soy conservadora y soy revolucionaria. Me gustan las olas, las castañas, los higos y las hojas caídas de los árboles en otoño. Soy serena y soy atolondrada. Me enternecen los niños y los ancianos. Me gusta el blanco y el negro, el sol y la lluvia, las canciones y el silencio. Me subo a la parra y me bajo a la tierra. Me entusiasman las puntillas, los bodoques, los encajes, lo sencillo, lo plano, lo brillante, las tascas de pueblo, los chigres, los restaurantes caros, los abrigos hasta el cuello y los escotes generosos, las faldas largas y las minifaldas, el sol quemando y la lluvia mojando la piel. Adoro los retos, comenzar algo nuevo, aprender a manejar un aparato que no domino, proponerme saltar un obstáculo, dar rienda suelta a la risa y al llanto. Me atraen los caramelos, los cigarrillos, el aire limpio, la espiritualidad, los hombres guapos, las fresas, las manzanas, el vino bueno, las mujeres célebres, el pensamiento contemporáneo. Tengo genio y soy beligerante, también dulce y pacificadora.
Siento atracción por el oro, la plata antigua, los percheros, los sillones de director, las mesas, los paraguas y los animales de compañía, los dulces de algodón de las ferias, las almendras garrapiñadas, los pasteles, las aceitunas, los berberechos, el atún con uvas pasas, las patatitas fritas, la cerveza, el licor de arándanos.
Adoro encontrar mensajes o señales en todas las cosas cotidianas que la vida me muestra y sacar su enseñanza. Suelo reconocer mis errores cuando ha pasado mucho tiempo, y celebro mis aciertos en el momento que ocurren.
Me gusta la poesía, la novela, la biografía, los cuentos, las leyendas, los refranes, las canciones; las mantas, los edredones, las cortinas, los cojines, los jarrones, las alfombras, las lámparas de sal.
Me gusta la gente que cuenta historias, no soporto las preguntas atropelladas, los sermones, los consejos que no pido, los intolerantes, el machismo, los nostálgicos, los pirómanos, el machismo, los maltratadores, los masoquistas y los sádicos, los terratenientes, los castigadores, los infieles, los que se meten los dedos en el oído y se miran la cerilla...

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