Aquí estoy de nuevo y no quiero cejar en el empeño. Creo que todos los días debo escribir algo para que no se apague esta llamita que comencé el día 11. Me parece que me vendrá muy bien participar en este proyecto que tiene como finalidad que las mujeres asturianas estemos mejor comunicadas.
He pasado el domingo casi todo callejeando, cosa rara en mí, que suelo pasarlo en casa.
Por la mañana me fui a dar unos largos a la piscina y cuando salí de alli me fui a una terraza a tomar un refresco y a charlar con mis vecinos de mesa. Fue muy gratificante.
A las cinco de la tarde me fui al teatro Riera a ver un ensayo sobre una obra de teatro que están preparando los de "Contraste" en honor a la escritora Tuxa (que no sé cómo se apellida)y me lo pasé genial. Fue un domingo diferente porque hubo sol, la gente estaba por la calle como lagartijas, dejándose calentar por sus rallitos.
¡Qué alegría que nos caliente el sol de nuevo!, aunque él siempre está ahí, sí, detrás de las nubes, pero siempre está ahí aunque no lo veamos

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