La vida es como estrenar zapatos
La vida es como estrenar zapatos. Al principio, como son nuevos, te aprietan, te torturan, te machacan.
A ti te seduce el brillo de lo nuevo, lo impecable de su olor y su presencia. Tú quieres lucirte nueva y los zapatos te torturan. Quieres estar a la altura en compostura y horma y los muy cretinos te cizañan, te muerden, agudizan tus durezas, hacen hincapié en tus defectos, sacan de ti la peor parte, te envenenan el alma y la planta.
Un buen día tus pies entran solos en el cuero abusón. De repente tus pies son como el chicle, tu piel respira cosquillas y tiene ganas de baile. Otra vez el aire entra por las ventanas de tus pies y esa brisa fresca te hace viajar lejos, llevarte a donde soñabas volar antes del estreno y que el dolor te impedía.
Hoy ya no estrenas zapatos, ellos se quedaron a vivir con tus pies para llevarlos bien lejos...
A ti te seduce el brillo de lo nuevo, lo impecable de su olor y su presencia. Tú quieres lucirte nueva y los zapatos te torturan. Quieres estar a la altura en compostura y horma y los muy cretinos te cizañan, te muerden, agudizan tus durezas, hacen hincapié en tus defectos, sacan de ti la peor parte, te envenenan el alma y la planta.
Un buen día tus pies entran solos en el cuero abusón. De repente tus pies son como el chicle, tu piel respira cosquillas y tiene ganas de baile. Otra vez el aire entra por las ventanas de tus pies y esa brisa fresca te hace viajar lejos, llevarte a donde soñabas volar antes del estreno y que el dolor te impedía.
Hoy ya no estrenas zapatos, ellos se quedaron a vivir con tus pies para llevarlos bien lejos...
Me encanta lo que dices,realmente así es la vida.También es verdad que ponemos poco empeño en ir domeñándola como los zapatos y esa es la causa de tanto sufrimiento absurdo.
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